El Método y la noción de análisis en Russell (II Parte)

*Álvaro Carvajal Villaplana

Bertrand Russell

(c) El tercer periodo (segundo según los apuntes de clase de Camacho) corresponde al atomismo lógico 1913-1931. Desde la perspectiva de quien escribe, realmente pueden hallarse varias subetapas en este periodo (Carvajal, 2010). Se destaca el realismo extremo, el que puede presentarse en una versión ingenua: el atomismo lógico. Por otra parte, el atomismo lógico en sentido estricto puede llegar hasta 1921. Luego deviene un periodo fenomenista que llega hasta 1940 en el que comienza a abandonar el atomismo lógico de manera paulatina. Por su parte, Rodríguez indica que el desarrollo del método tiene su fin en 1948. Así que las fechas solo indican momentos aproximados.

Según Camacho en esta etapa es donde se combina lógica + vocabulario (análisis reductivo) cuya referencia es la realidad, esto con el propósito de encontrar la estructura básica de la realidad. Según Camacho, Russell emprende una búsqueda de la contraparte real para las siguientes nociones del cálculo lógico: variables proposicionales, operaciones con negación y conectivas, variables individuales, variables de predicado y descripciones definidas. Puede afirmarse que domina el principio de verificación y el isomorfismo entre las premisas y los hechos.

Según Rodríguez, en 1913, Russell abandona las tesis Teoría del conocimiento (1913)en razón de la crítica que hizo Wittgenstein a la teoría de la proposición, él rechaza la idea de la forma lógica como un componente de la proposición. Russell salva el asunto extendiendo el método de la noción de la definición constructiva, y admite un tipo de análisis basado en el principio de la dualidad: la abstracción extensiva (Whitehead), en donde lo simple se construye con lo complejo, exigiendo así un vuelco a la relación de fuerzas entre las nociones de términos y relación (Rodríguez, 1999, 18). Así según Rodríguez:

A partir de ahí Russell se ve obligado a renunciar al predominio de los términos (la materia) sobre las relaciones (la forma), que curiosamente había coexistido, en la geometría de Principios, con la primacía de las estructuras (relaciones, en última instancia) sobre sus campos (lo estructurado). La consecuencia principal de ello fue una nueva relativización ontológica: ahora los ‘simples’ pueden ser también ‘compuestos’. Sin embargo, el método, al menos como práctica eficaz, podría persistir, aunque hubiese perdido uno de sus componentes más ingenuos (18-19).

Camacho indica que en Our Knowledge of the External World (1914), Russell describe los objetos físicos del sentido común y de la ciencia como construcciones hechas a partir de datos de los sentidos. Sin embargo, en una conferencia de 1915, señala que mientras las partículas de la física matemática son construcciones lógicas; en contraste, los datos de la sensación, los objetos inmediatos de los sentidos, son extra mentales, puramente físicos y entre los últimos constituyentes de la materia. También, asevera que los datos de los sentidos se encuentran entre los constituyentes últimos del mundo, de los cuales somos conscientes de forma inmediata. Obviamente tiene que batallar con el problema del solipsismo.

Por esta misma época analizó la mente, de tal manera que cuando rechazó el monismo idealista hizo una clara distinción entre el acto de la conciencia y su objeto. Originalmente aceptó la idea de Brentano de que en la sensación hay tres elementos: acto, contenido y objeto. Luego consideró que la distinción entre contenido y objeto era superflua, pero continuó sosteniendo el carácter relacional de la sensación, es decir, que, en la sensación, un sujeto es consciente de un objeto. Esta es la opinión en su obra de 1912 The Problems of Philosophy. En esta obra acepta la existencia de los universales. Aunque posteriormente redujo considerablemente el número de universales requeridos, siempre mantuvo alguno. Alrededor de 1915 considera que la mente es un conjunto de actos mentales, de modo que la mente misma es una construcción lógica. De tal manera, se presentan dos descripciones alternativas de la misma realidad: teoría de datos de los sentidos y sentido común, en el que se habla de mesas, sillas, etc.

Desde agosto de 1914 hasta fines de 1917 Russell estuvo totalmente ocupado con su oposición a la guerra. Esta preocupación aparece en Principies of Social Reconstruction y Justicce in War-Time, ambos aparecidos en 1916. 

Entre 1914 y 1919, sin embargo, publicó una serie de artículos filosóficos en The Monist.  En 1918 publicóMysticism and Logic and Other Essay Roads to Fraedom: Socialism, Anarchism and Syndicalism; Introduction to Mathematical Philosophy, el cualapareció en 1919.

Según Rodríguez, Russell busca en la psicología una manera para definir las proposiciones y el significado. Además, el sujeto desaparece, ya que este también puede construirse, no es algo que venga como dado. Se profundiza en el análisis filosófico, pero ya no es el mismo tipo de análisis. En esta época acepta el monismo neutral.

Según Camacho 

“[…] el atomismo lógico trata de encontrar los elementos últimos del análisis, de tal manera que una proposición puede entenderse sin saber si es verdadera o falsa. Empero, una proposición que afirma un hecho tiene que ser verdadera o falsa, así que es la relación con el hecho lo que la hace verdadera o falsa. Además, reconoce que la forma gramatical de una oración puede ser diferente de la forma lógica. En su aspiración de un lenguaje perfecto, se tendría que las palabras en una proposición corresponderían una a una con los componentes del hecho correspondiente, con la excepción de términos tales como, o, si … entonces, no, etc. En un lenguaje así habría una identidad de estructura” (Camacho, 2001, Apuntes de clase). 

Esta perspectiva está en concordancia con Wittgenstein con su idea de la teoría pictórica del lenguaje, independencia entre sí de las proposiciones atómicas, carácter tautológico de todas las proposiciones de la lógica y matemáticas puras. Pero según Camacho dicho enfoque está en desacuerdo con Wittgenstein en lo siguiente: el

 “[…] sinsentido de hablar de la forma lógica que une las proposiciones verdaderas con los hechos. Incluso si en un lenguaje determinado Lx no podemos decir nada acerca de dicho lenguaje, nada nos impide emplear otro lenguaje L2 para hablar acerca del primer lenguaje. Aplicación del análisis no solo a objetos físicos, como en el Tractatus, sino también a personas. Según Russell una persona es una cierta serie de experiencias. El atomismo lógico de Russell se ubica dentro de la tradición empirista británica, mientras el de Wittgenstein se ubica más dentro de la tradición del a priori alemán. El de Russell es provisional (más tarde: mientras podemos conocer que muchas cosas son complejas, no podemos conocer que algo sea simple)” (Camacho, 2001, Apuntes de clase).

En 1924 Russell volvió a escribir sobre atomismo lógico y esta vez dijo que los constituyentes últimos del mundo son eventos, cada uno de los cuales se encuentra relacionado con un cierto número de otros eventos por una relación de co-presencia.

(d) La cuarta etapa (la tercera en los apuntes de Camacho) es la época posterior al atomismo (de 1921 a 1940 (Carvajal, 2010) o 1948 (Rodríguez, 1999). Según Camacho se trata de la argumentación aplicada a ideas que se consideran equivocadas, sobre todo a problemas sociales y políticos, aparecen textos como The Practice and Theory of Bolshevism, 1920The Problema of China, 1922. Camacho describe este período como un humanismo liberal, un racionalismo libre de religión y de metafísica, se dedica a la causa de la libertad humana con oposición al totalitarismo. Se trata de un análisis crítico. Russell considera fundamentales  tres libros: The Analysis of Mind (1921), An Inquiry into Meaning and Truth (1940)  Human Knowledge, Its Scope and Limits (1948).

Para Rodríguez, el año 1948 el método de análisis de Russell sufre otra inflexión, a partir de la teoría de la relatividad y los cuantos, del primero hace análisis de la causalidad; con el segundo, profundiza en lo que antes era simple e irreductible ahora es una construcción más. Hay una secuencia de lo que comenzó en Análisis de la materia (1927), a 1948 en el que define acontecimiento. 

A partir de 1940 o 1948, Russell se dedica más a otros problemas, a los asuntos sociales y políticos. El atomismo lógico se ha transformado tanto que ya se ha diluido, llegando a afirmar que los datos de los sentidos no tienen justificación empírica para sostenerse. Sí conserva del realismo analítico la doctrina de las relaciones externas y el pluralismo, el que una verdad aislada puede ser completamente cierta, que el análisis no es falsación, cualquier proposición que no sea una tautología puede ser cierta en relación con hecho. Los hechos, en general, son independientes de la experiencia.

            En todo este proceso, según Rodríguez, lo que cambia del método fue el tipo de entidades utilizadas como materia prima de las construcciones, y la relación por medio de la cual tales entidades cobran existencias como “simples”: primero la intuición, después la familiarización, luego las sensaciones (que elimina al sujeto), por último, las percepciones. Al final se acentúa el holismo. Se mantiene del método: la idea de que filosofar consiste en dar definiciones y de que éstas deben formar una cadena única de lo (tomado como) simple a lo complejo (con los rasgos más arriba expuestos) permanecerán sin que, incluso, los matices holistas introducidos en las últimas obras (1999, 20). Además, de la idea ya mencionada de que el método ha de ser científico, el cual impulsa la investigación filosófica

Referencias:

Ayer, A. J. (1973/1984) El análisis filosófico. En Los problemas centrales de la filosofía. Madrid: Alianza, 57-81.

Camacho, Luis. (2001). La noción de análisisen Russell (Apuntes de clase). Curso Seminario de Filosofía Analítica. San José, C.R.. Escuela de Filosofía, Universidad de Costa Rica.

Carvajal, Álvaro (2010) Ética y política en el pensamiento social de Bertrand Russell. San José, C.R.: Antanaclasis.

Deleuze, Gilles; Guattari, Félix (1991/2011) ¿Qué es filosofía? Barcelona: Anagrama.

Rodríguez, Francisco (1999) Introducción. Russell y el análisis Filosófico, en Russell, Análisis filosófico. Barcelona. Paidós.

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