B. Russell y su ICARUS.  Un debate con el DAEDALUS de J.B.S. Haldane*

Parte I

*Guillermo Coronado Céspedes

Bertrand Russell (1924)

I- Introducción

         Aunque nuestro objeto de análisis es el texto de B. Russell (1) ICARUS or the Future of Science, publicado en1924, es necesario hacer referencia a un texto de J. B. S Haldane (2), del año anterior, 1923, a saber, Daedalus or Science and the Future.  A partir de este momento se refieren como  Icarus y Daedalus respectivamjente. 

         El Icarus de Russell, es un breve texto de 60 páginas, que fue una respuesta al libro de Haldane y fue publicado en abril de1924, con tres impresiones ese mismo año, en los meses de junio, octubre y diciembre en la ciudad de Nueva York por E.P. Dutton Company.

         El Daedalus es, a su vez, el resultado de una conferencia dictada por Haldane en el Club Los Heréticos, un grupo intelectual de la Universidad de Cambridge, el 4 de febrero de 1923.  Haldane ofrece en su libro una visión muy optimista de la ciencia, en especial de la biología, como factor para asegurar el mejoramiento de la vida de los seres humanos.  

         Russell, por el contrario, en su respuesta, no es tan optimista porque la ciencia puede mantenerse al servicio de las estructuras de poder, y por la condición humana misma en que la racionalidad está costreñida por las emociones y otras características, como el deseo de la dominación.  Pero esto se verá más adelante con más detalle.

Icarus o el futuro de la ciencia.

         En las primeras ocho páginas del ensayo (5 a 13), que emplea como una introducción, Russell deja claro su posición frente al libro de Haldane.  Más precisamente, en la misma primera oración del libro, Russell establece que su referente es el Dédalo de Haldane, y que, aunque le gustaría estar de acuerdo con su optimismo respecto del papel de la ciencia y sus avances para propiciar la felicidad de la humanidad, su enfoque será opuesto a la tesis de Haldane.  En efecto, dada su experiencia con estadistas y gobiernos, Bertrand Russell  se siente escéptico frente al optimismo de Haldane, y más bien teme que la ciencia sea utilizada para promover el poder de los grupos dominantes en lugar de hacer posible la felicidad de todos los seres humanos.

         En consecuencia, Russell va a proponer en el resto de su libro algunos de los peligros inherentes al desarrollo de la ciencia mientras permanezcan las presentes instituciones políticas y económicas, y las mismas tendencias de la naturaleza humana.  Pero antes, para guiar las consideraciones subsiguientes, nos propone una clasificación de las ciencias en tres grupos, la que es novedosa porque en ese entonces se dividían en solamente dos grupos.  Y luego cierra esta breve introducción con una reiteración de su escepticismo respecto del optimismo de Haldane.

          Las ciencias se agrupan en tres categorías, trascendiendo los esquemas de dos grupos hasta ese entonces.  Estas categorías son las ciencias físicas, las ciencias biológicas y las ciencias antropológicas.

         En el primer grupo por supuesto sobresalen la física y la química y cualesquiera otra ciencia que verse sobre las propiedades de la materia aparte de la vida. 

         En el tercero, las antropológicas son las que estudian al ser humano, por ejemplo, la fisiología y la psicología humanas, respecto de las cuales, Russell considera que no hay un línea divisoria claramente definida.  Otras ciencias de este grupo son la antropología, la historia, la sociología y la economía.  La más efectiva de las ciencias antropológicas ha sido la medicina en virtud de su impacto en los problemas de sanidad y salud pública.  Recordar los casos de la malaria y la fiebre amarilla.  También en el control de la natalidad.  Obviamente todas estas ciencias antropológica tienen conexión con la biología, pero se distinguen de ella por sus métodos y sus datos, en especial en un tratamiento como el que va a plantear que es de corte sociológico. 

         En el segundo, las ciencias biológicas, Russell señala que el impacto de ellas hasta ahora ha sido muy pequeño.  Apunta a repercusiones del darwinismo que han servido de apoyo a la libre competencia y al nacionalismo.  El mendelismo podria haber revolucionado a la agricultura y alguna teoría similar lo hará.  La bacteriología podría permitirnos exterminar nuestros enemigos por medio de enfermedades.  El estudio de la herencia puede convertir a la eugenesia en una ciencia exacta, y en consecuencia que seamos capaces de determinar a voluntad el sexo de nuestros niños.  Ello nos llevaría a un exceso de varones alterando la estructura misma de la familia.  En fin, declara Russell que no tratará las posibles consecuencias de la biología, no solo por su escazo conocimiento de la misma, sino porque Haldane en su libro del año anterior lo ha hecho admirablemente bien.  

         Russell cierra esta sección introductoria con unos planteamientos generales sobre la tesis general de Haldane ante la cual él es escéptico como ya se dijo antes.  Nos ofrece “De entrada, una observación de carácter general.  La ciencia ha aumentado el control del hombre sobre la naturaleza, de donde pudiera inferirse que ello se va a traducir en un aumento proporcional de bienestar y mejoras.  Así sería, en efecto, si los hombres fueran seres racionales, pero el hecho es que todos son un manojo de instintos y pasiones.  Cualquier especie animal situada en un entorno estable, si no se extingue, llega a adquirir un perfecto equilibrio entre sus pasiones y las condiciones circundantes de vida.  Si súbitamente cambian las condiciones se altera ese equilibro. [ … ]  El súbito cambio que ha producido la ciencia ha alterado el equilibrio entre nuestros instintos y nuestras condiciones de vida, pero lo ha hecho en direcciones no suficientemente advertidas.  La sobrealimentación no es un serio peligro, pero sí lo es la sobrelucha.  Los instintos humanos de poder y rivalidad han de ser dominados, si es que el industrialismo quiere tener éxito, de modo similar a como se domina el apetito lobuno de los perros”

 NOTAS

1-      Bertrand Arthur William Russell,  Nace el 18 mayo de 1872.  Muere el 12 febrero de 1970.  Matemático , lógico, filósofo, literato y gran pacifista. Tercer Conde Russell desde 1931, dado el fallecimiento de  su hermano mayor Franck Russell.  Premio Nobel de Literatura en el año de 1950.  Gran pacifista desde sus tiempos de juventud.  Fue encarcelado y se le despojó de su cátedra en Cambridge.  Después de la Segunda Guerra Mundial, encabezó la lucha contra las bombas atómicas y termonucleares.  Reunión de Pugwash y el Tribunal de Estocolmo.

2-      Haldane, John Burdon Sanderson.  Nace el 5 de Noviembre de 1892, en Oxford, Inglaterra. Muere el 1 de diciembre de 1964, en la India.  Genetista y biólogo evolucionista.  Creador, junto con Ronald Fischer y Sewald Wright, de la genética de poblaciones.  Esos planteamientos culminan en tres obras fundamentales, a saber, The Genetical Theory of Natural Selection, 1930, de Fischer; Evolution in Mendelian Population, 1931, de Wright, y finalmente, The Causes of Evolution, 1932, de J.B.S. Haldane.

J.B.S. Haldane
B Russell —  Icarus
Haldane – Daedalus