De quién inventó la máquina de coser e inventores anónimos.(Inventores III)

A doña Carmen Campos, la costurera

de dos pueblos, a nueve años de su partida. 

*Mario Alfaro

Este tema tiene para mí un valor subjetivo, por ser  de extracción campesina, nacido en el cantón de Turrubares,  uno de los más pobres y olvidados de los gobiernos de entonces y del presente. Sus pobladores se dedicaban casi en su totalidad a la agricultura artesanal, de ahí que  los instrumentos y herramientas conformaron la infraestructura básica para las labores productivas, tales como la siembra de arroz, frijoles, caña de azúcar, caza, hortalizas y vegetales  así como el cultivo del café en las zonas altas del cantón. En ese contexto rural vivió mi familia desde los años de 1930 hasta finales de la década del 50 en que mi padre compró una finca en Gamalotillo de Puriscal.

Ahora bien, si la condiciones eran de por sí difíciles,  no hay duda que sin las herramientas elementales la vida habría sido aún más compleja, quizá por ello fue, y los sigue siendo, mi aprecio por las macanas, los cuchillos, los aparejos, las cuchillas,  las monturas, las talmecas, las jáquimas, los arados de madera, los yugos, las espuelas, los espeques, las sierras, los sachos, los arcos para flechas (o “tirachinas” como las llaman en Afganistán) hechos de madera de café, las cuñas de duras maderas, los canastos, machetes y muchos  más que conforman esta larga lista de la familia de los instrumentos y  herramientas y que en mi niñez y parte de mi juventud fueron mis juguetes, y medios de trabajo que aprendí a usarlos observando a mi padre y hermanos mayores que a la vez me indicaban como hacerlo para sacarles el máximo provecho.

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Filosofía de la tecnología en Costa Rica: Una cronología

*Álvaro Carvajal Villaplana

La filosofía de la tecnología es un área de la filosofía muy reciente, pues inicia a finales del siglo XIX en Europa, con escritos de ingenieros, diseñadores y artistas. También, los escritos filosóficos tuvieron presencia en los orígenes y el desarrollo de esta disciplina. No se trata -en la clasificación tradicional- de una filosofía pura, sino de una filosofía aplicada. Los problemas que aborda vienen de especialidades que no son propiamente filosóficas, como la ingeniería. Pero, si se trata de una filosofía práctica, es porque trabaja en el ámbito de la acción humana.  La toma de decisiones que supone se realiza con base en una racionalidad práctica que corresponde a una racionalidad astuta. Además, se la considera práctica porque la tecnología consiste en un sistema de acciones. Tiene un componente interno relativo al desarrollo de los problemas ingenieriles y filosóficos que conlleva; también un componente externo sobre las implicaciones éticas y sociales que conlleva su aplicación en la sociedad y en la naturaleza.

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Etapas de la evolución de la tecnología*

*Álvaro Carvajal Villaplana

 

La historia de la tecnología se presenta siempre como etapas de desenvolvimiento. Puede que en algunos momentos esta historia se conciba como de ruptura, pero en la mayoría de los casos se presenta como un continuo. No existe una manera única de clasificar las fases por la que pasa dicha historia. Hay diferentes maneras de marcar sus periodos; algunos se establecen a partir del tipo de conocimiento; pero hay otros, como los que consideran los objetos o las máquinas características de cada período, o los que se ocupan de las fuentes de energía usadas, del contexto económico u otros tópicos. Aquí se presentan algunas de las clasificaciones más conocidas.

Por otra parte, el criterio histórico (por ejemplo, XIX, Revolución Industrial) no es determinante para marcar la distinción entre técnica y tecnología, ya que si se supone que la tecnología actual devino de un proceso histórico, el problema residiría en la dificultad de acotar el momento exacto del surgimiento de la tecnología, esto no niega la posibilidad de hacerlo a grandes rasgos.

Si bien, la mayoría de los autores afirma que la tecnología surge en el siglo XX, hay aquellos que disienten de tal idea o no coinciden con en considerarla como determinante. Para algunos la tecnología propiamente dicha aparece en la segunda mitad del siglo XX con la revolución electrónica; otros sitúan su aparición en la primera mitad de dicha centuria. Este texto sirve parta presentar algunas de estos enfoques.

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Género y equidad*

*Álvaro Zamora

I. Ideologías de género

En diversos espacios se discute ahora si existe una “ideología de género”. Cierto es que se ha puesto en boga cierta noción acientífica de “género¨ y que han prosperado algunas ideologías concomitantes que merecen atención crítica debido a su impacto cultural, ético, político y legal.

Conviene asumir una actitud racional o al menos cauta frente a las posiciones –sean radicales o no– que se esgrimen en esos ámbitos. Las consideraciones criticas iluminar vacíos, equivocaciones o procedimientos de mala fe en estos temas; aunque inversamente  también podrían coadyuvar en los afanes de concordia y “paridad” que alientan algunos grupos. Para empezar, debe reconocerse que no hay una ideología de género sino varias.

La palabra “ideología” apunta en este caso a ciertos imaginarios sociales o a nociones variadas sobre los roles sexuales y sus correlatos. Por ejemplo, Benedicto XVI y otros cristianos han usado la expresión ideología de género  para denostar a sus adversarios; pero con ello también han afirmado sus creencias respecto a temas sexuales, de familia, de salud y educación. Entre otros problemas, el papa emérito y sus seguidores –al igual que sus oponentes– incurren en un presumible desacierto terminológico al usar el término “género”. El equívoco puede ilustrarse con el siguiente ejemplo: el ser humano pertenece al género homo, el cual incluye, entre otros, al extinto homo neanderthalensis y al homo sapiens. En ambas especies hay dos sexos (“quizá tres”, dirá quien incluye ahí el hermafroditismo). Desde antaño se sabe que tal hecho biológico no coincide siempre con los deseos, prácticas o inclinaciones de las personas. Es decir: hay más sexualidades en la humana existencia que sexos atribuibles a las determinaciones biológicas. Se impone así la probabilidad –quizá la necesidad– de adoptar acciones e ideas diversas en relación con el cuerpo propio y el ajeno, el rol sexualizado que cada cual desempeña y las conductas que en ese ámbito deberían ser reconocidas por el resto de los mortales. Sobre eso han coincidido o disentido los ideólogos tradicionalistas y los progresistas.

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Marco Vitruvio Polión (Inventores II)

Marco Vitruvio Polión [1]

Mario Alfaro C

La idea de perfección estuvo presente en la antigüedad, tanto en el pensamiento filosófico griego como en el romano. Platón propone que la esfera es la figura perfecta y uniforme, pues todos los puntos del área que encierra equidistan del centro, además la esfera es la figura que contiene más volumen en el menor especio respecto de cualquier otra figura. En su obra El Timeo, o de la Naturaleza, Platón al referirse a la figura que Dios ha dado al cosmos, apunta: “En cuanto a su figura, le ha dado la que mejor conviene y la que tiene afinidad con él. En efecto, al viviente que debe envolver a sí mismo a todos los vivientes, la figura que le conviene es la figura que contiene en sí todas las figuras posibles. Esta es la razón de que Dios haya formado el mundo en forma esférica y circular, siendo las distancias en todas partes iguales desde el centro hasta los extremos”[2] .

Por otra parte, Jenófanes creía que Dios era esferoide porque la esfera es la figura mejor para representar la divinidad. Parménides expuso que el Ser se asemeja a la masa de una esfera bien redondeada, cuya fuerza es constante desde el centro en todas las direcciones. Bien conocidos son los modelos cosmológicos de Aristóteles y de Tolomeo en que la idea de perfección se expresa claramente en la circularidad. En la obra de Vitruvio, específicamente en sus diseños, esta idea está presente como lo veremos luego.

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Herón de Alejandría (Inventores I)

Mario Alfaro C

Presentación

Esta es la primera columna de una serie de diez que me propongo publicar en la página del Círculo de Cartago, el tema que he escogido versará sobre algunas notas recopiladas en el curso Introducción a la Técnica, la Ciencia y la Tecnología que impartí en el ITCR por varios años.  Me ocuparé de referir los aportes de inventores que produjeron algún impacto significativo en la técnica y en otros casos en la tecnología.  Cada columna irá precedida de pequeñas notas del inventor al que se refiere.

Se parte de que la técnica es en lo esencial la creación de bienes materiales para la satisfacción de necesidades del y  para el ser humano; cabe aclarar que ciertos inventos no siempre tuvieron aplicación en un primer momento, no obstante, fueron evolucionando hasta alcanzar usos importantes. En cuanto a los tecnológicos, difieren de los técnicos en tanto que poseen  mayores posibilidades de uso y  el  recurrir a la ciencia para su creación y el  tipo de materiales requeridos para su construcción, además de complejos de diseños, y una vez logrado, se busca la patente para su protección e interés de quien lo financia; como se nota, hay diferencias básicas entre una invención técnica y una “creación”  tecnológica. [i]

Es de justicia histórica iniciar estas columnas con uno de los inventores más significativos  de la antigüedad, con Herón de Alejandría.   Algunos  estudiosos  de la técnica gustan llamar a Herón como el hombre Michanikos dada su gran capacidad para el diseño y construcción de objetos, se le conoce también  como el hombre de instinto mecánico [ii]

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Fines y Medios

Fines y Medios

Edgar Roy Ramírez Briceño

I

Estos son los medios de tal fin no quiere decir que el juicio ético, cuando fuere pertinente, respecto de su calidad se reduzca a la eficacia. Es preciso juzgar cómo se llega al fin, empleando qué medios y qué estimación evaluativa se hace de ello. No basta, por ello, con llegar al fin.

II

Un error que normalmente pasa inadvertido con relación a la afirmación “el fin justifica los medios”, es el siguiente: que el fin justifique los medios, puesto que no habría otra manera de justificarlos, no quiere decir que el conjunto medios-fin sea un todo ético. Tal es un asunto totalmente diferente. No cabe dar por un hecho que el fin y los medios tengan una relación ética, medios éticos para un fin ético. Tampoco cabe pensar que un fin bueno éticamente se mantiene igual si utilizamos medios éticamente dudosos o rechazables.

III

Solo el fin puede justificar los medios. Empero, el mejor fin no justifica medios malos. Lo que se quiere decir es, entonces, que con esos medios tal fin no merece lograrse. No se trata, por tanto, de un fin a cualquier costo. Es preciso ver cómo se obtiene el fin.

Si el fin justifica los medios, una pregunta a todas luces ineluctable es la siguiente: ¿qué justifica a los fines? Los fines han de juzgarse no solo por los medios que hacen necesarios, sino también por las consecuencias que hacen posibles. Se ha de ver si las consecuencias son buenas, son justas, son éticamente aconsejables. En suma, se torna imprescindible una evaluación ética de la calidad de los fines. La deliberación sobre los fines se vuelve ineludible porque, además, los fines no están dados de antemano.

Más allá del Nobel y de Bob*

*Álvaro Zamora.

A Mario Alfaro

La ignorancia o una confusión habitan en esta idea: sin estudiar ingeniería estructural y arquitectura, un buen albañil sería capaz de diseñar y construir un edificio como el Burj Al Arab de Dubai o al menos podría reparar aquel puente que los costarricenses conocen como El de la platina.

Quizá hay ejemplos que, inversamente, muestran la incapacidad de un letrado para emular la habilidad del técnico. Cierto amigo informa cómo unos trabajadores de su finca se burlaban del agrónomo recién graduado, cuando fue incapaz de voltear a un inmenso toro. El peón más viejo bajo de la cerca, tomó al cuadrúpedo por la enorme nariz y lo acostó entre las risas y los gestos animosos de sus colegas. Otrora, algunos trasgredíamos nuestras capacidades, cuando tratábamos de horadar una zanja jardinera o martillar un clavo como es debido. La abuela nos miraba desde el corredor; tarde o temprano advertía “m’hijo, te vas a lastimar”; de cuando en cuando invocaba palabras milenarias: “zapatero, a tus zapatos”.

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Darwin: Algunas notas sobre su metodología *

Guillermo Coronado

En dos cartas a Joseph Dalton Hooker (1817-1911) en el año de 1844, Charles Robert Darwin (1809-1882) hace observaciones sobre su manera de enfrentar el problema que le ocupa principalmente, a saber, qué son las especies y si son mutables, en contra de la opinión casi universal que defendía su inmutabilidad y creación independiente por parte de la divinidad. Darwin comunica al botánico Hooker, que será uno de sus más cercanos y constantes colaboradores, sus conclusiones generales como si se tratara de un delito mayor, como si confesara un asesinato.

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Darwin, la teoría de la evolución y un cierto eco de Thomas S. Kuhn *

*Guillermo Coronado Céspedes

En carta a Thomas Henry Huxley (1825-1895), del 2 de diciembre de 1860, Charles Darwin (1809-1882) deja ver su estado de ánimo luego de un año de reacciones adversas a su propuesta sobre la formación de las especies mediante el mecanismo de la selección natural, pero también manifiesta su confianza en el futuro de la teoría expuesta en el Origen de las especies.  Su comentario al final del texto que se cita a continuación tiene ciertos ecos que se relacionan con la propuesta del filósofo e historiador de la ciencia, Thomas S. Kuhn (1922-1996), respecto de la naturaleza de la ciencia y por ello se hace uso de la misiva en cuestión.

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